Buenos dias amigos, me he levantado con media zumbadera hoy, despues del buchito de cafe me he encaminado a leer las novedades del dia y la zumbadera ha evolucionado a zumbadera entera.
A veces me pregunto donde estan las buenas noticias que presumia poder anunciaos a todos? No leo si no hetacombes a mi alma, los albergues para los sin techo solo seran de una semana cada tres meses, o sea....buscate la vida perro, no dan ayudas para nada, caritas anuncia que la iglesia puede dejarlos sin su aporte economico si les cobran el ibi, que fuerte!!! La iglesia solo aporta a caritas el 2% de su presupuesto, cuanto cabrito con toga suelto.
Esto es mas o menos el dia a dia en mi tierra que es la vuestra. Y hoy no quiero amargar mas, ya nesecito una dosis de humor para olvidar por unos segundos la realidad.
Os dejo una de las historias de don Francisco Rodriguez que es uno de mis idolos y seguro que mas de una sonrisa os sacara como a mi.
Tengo unas sedes, que el gargüero lo llevo seco. A ver si seña Juana me da un goto de agua.
-¡Seña Juana...! ¿Tiene vusté agua fresquita en su destiladera?-
-No compadre. Dispués que fui garrando habilidá, quité la destiladera y ahora tengo agua de la grija, que es más cómoda ¿no cree vusté?-
-¡Hombre...! eso adipende asigún y cómo se mire. Yo prefiero el agüita de la destiladera.-
-Por cierto, cho Gervasio, me dijeron que a su jijo Pepe le pasó algo ayer en la playa.
-¡Sí...! Fuimos a la playa tuita la familia, pos jacía mucho bichorno. Los muchachos se metieron de inmediato drento el agua. Allí brincaban como baifos. Pero Pepillo de atrevido, se metió más adrento y como no sabía nada mucho pegó a zarzaliar desesperado. Y si no es por unos hombres almorranas (asigún me dijeron), se ajoga el chico.
-Si viera seña Juana lo que me pasó el otro día, fue pa espernegarse de la risa. Fui a ordeñar a la Pajarita. Yo no sé qué demonio le pasaba al probe animal, pos estaba desinquieta.
-Pegué a ordeñarla y me tumbó el balde con la pata izquierda. Se la até y golví a ordeñar. Me golvió a tumbar el balde con la pata derecha. Se la até y golvió a tumbarlo con el rabo. Cogí el rabo, me asubí en el banquillo, me quité el cinto, pa atárselo de la viga. Se me cayeron los calzones. En ese momento, entró mi vecino Vicente, que mirándome asombrado me dijo:
-¿Qué está jaciendo compadre...?-
-¡Oh...! Pos montándome a la vaca. Porque si le digo la verdá, no me va a creer.
A veces me pregunto donde estan las buenas noticias que presumia poder anunciaos a todos? No leo si no hetacombes a mi alma, los albergues para los sin techo solo seran de una semana cada tres meses, o sea....buscate la vida perro, no dan ayudas para nada, caritas anuncia que la iglesia puede dejarlos sin su aporte economico si les cobran el ibi, que fuerte!!! La iglesia solo aporta a caritas el 2% de su presupuesto, cuanto cabrito con toga suelto.
Esto es mas o menos el dia a dia en mi tierra que es la vuestra. Y hoy no quiero amargar mas, ya nesecito una dosis de humor para olvidar por unos segundos la realidad.
Os dejo una de las historias de don Francisco Rodriguez que es uno de mis idolos y seguro que mas de una sonrisa os sacara como a mi.
Tengo unas sedes, que el gargüero lo llevo seco. A ver si seña Juana me da un goto de agua.
-¡Seña Juana...! ¿Tiene vusté agua fresquita en su destiladera?-
-No compadre. Dispués que fui garrando habilidá, quité la destiladera y ahora tengo agua de la grija, que es más cómoda ¿no cree vusté?-
-¡Hombre...! eso adipende asigún y cómo se mire. Yo prefiero el agüita de la destiladera.-
-Por cierto, cho Gervasio, me dijeron que a su jijo Pepe le pasó algo ayer en la playa.
-¡Sí...! Fuimos a la playa tuita la familia, pos jacía mucho bichorno. Los muchachos se metieron de inmediato drento el agua. Allí brincaban como baifos. Pero Pepillo de atrevido, se metió más adrento y como no sabía nada mucho pegó a zarzaliar desesperado. Y si no es por unos hombres almorranas (asigún me dijeron), se ajoga el chico.
-Si viera seña Juana lo que me pasó el otro día, fue pa espernegarse de la risa. Fui a ordeñar a la Pajarita. Yo no sé qué demonio le pasaba al probe animal, pos estaba desinquieta.
-Pegué a ordeñarla y me tumbó el balde con la pata izquierda. Se la até y golví a ordeñar. Me golvió a tumbar el balde con la pata derecha. Se la até y golvió a tumbarlo con el rabo. Cogí el rabo, me asubí en el banquillo, me quité el cinto, pa atárselo de la viga. Se me cayeron los calzones. En ese momento, entró mi vecino Vicente, que mirándome asombrado me dijo:
-¿Qué está jaciendo compadre...?-
-¡Oh...! Pos montándome a la vaca. Porque si le digo la verdá, no me va a creer.
Un genio este hombre, que paseis feliz dia.
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