La tarde toma apura su último trago esperando el momento de despedirse tan valiosa como siempre, sabe que debe dejar su sitio a la velada nocturna donde todo pasa entre sombras.
Y pensando con ella recopilo está semana donde apenas he tenido tiempo para lubricar mis ideas, tal vez no he querido, tal vez he deseado descansar de ver la cuantía de atropelios que nos acontecen diariamente.
Falsedades gubernamentales, desquicios de seres humanos dañando infancias, atropellos sociales a los nuestros y loas y más loas al exterior. Es dificir ser observador y mero espectador sin que la temperatura de mi savia no suba grados y los sistoles suenen a jinetes walkirianos.
Intento mirar a otro lado y permanecer impasible ante tanta miseria que rodea a este pueblo mío, pero no puedo, ese día no fui a la clase de hipocresia. No creo ser un activista revolucionario aunque tal vez podría ser una opción de cambio a esta sociedad preocupada solamente de la puerta de su casa hacia adentro.
Servi a una patria donde nos enseñaron valores que hoy en día creo que solo fueron bromas de mal gusto por qué no se donde esta la dignidad, el honor, el sacrificio, el orgullo de ser alguien de bien.
El salvese quien pueda es la letra de la nueva canción de este ciclo donde cada día cuesta más seguir su son.
Y como siempre, miro, observo, pienso y a veces en silencio sonrió y a veces en silencio lloro por como somos y hacia donde vamos sin remisión.
Algo hay que hacer y ya!!
Gracias por estar ahí.
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